Las investigaciones demuestran que la pérdida auditiva es un factor de riesgo para las afecciones de la salud que alteran la vida, como la depresión, la demencia y las caídas que provocan lesiones. Y cuando la pérdida auditiva no se trata, los costos médicos suben, hasta un total de $22,434 por paciente, del cuál los planes de salud cubren $20,403.