¿Cómo adaptarse a los audífonos?

Ya que probablemente no esté acostumbrado a oír ruidos sutiles de fondo, puede que le lleve algún tiempo volver a familiarizarse con este tipo de sonidos. Por ejemplo, el tráfico de la calle, las conversaciones en segundo plano mientras habla con un amigo, o incluso el sonido del equipo de aire acondicionado en funcionamiento puede parecer inusual o hacer que los audífonos sean incómodos al principio.

La buena noticia es que esta sensación es completamente normal y no durará para siempre. Piense en la adaptación a los audífonos como si fuera la sensación de salir de una habitación oscura y recibir de golpe la luz solar. Probablemente querrá cerrar los ojos o sienta la necesidad de entrecerrarlos al principio, pero pronto volverá a sentirse cómodo. Si usa audífonos de manera constante, aprenderá gradualmente a prestar atención a los sonidos más prominentes e ignorar naturalmente los menos importantes de su entorno.

Los dispositivos auditivos utilizan una tecnología especial llamada aislamiento del habla, que se centra automáticamente en los sonidos objetivo que deseará oír para facilitar aún más esta adaptación. Tres características funcionan en estrecha colaboración para hacerlo posible. La reducción del ruido limita el ruido de fondo, la direccionalidad capta el sonido procedente de la dirección del hablante y la amplificación aumenta el volumen del hablante en lugar del ruido circundante.

Ya sabemos que los audífonos amplifican ciertos sonidos, por eso es importante asegurarse de que estén en un nivel de volumen cómodo. Los audífonos están programados para que se adapten a su patrón individual de pérdida auditiva y produzcan los sonidos adecuados para sus oídos. Oír un ruido a un volumen más alto que antes puede resultar desconocido o abrumador al principio, e incluso incómodo. Sin embargo, le dará una idea de lo que es correcto para sus oídos y qué nivel de sonido le resulta agradable.

Si ciertos sonidos fuertes le parecen nocivos, no dude en informar a su profesional de la audición. El profesional podrá realizar ajustes al audífono para corregir este problema. Tenga en cuenta que es habitual que haya que hacer ligeros retoques antes de encontrar el equilibrio perfecto entre volumen justo y demasiado alto. La prioridad siempre es asegurarse de oír de una manera que sea ideal para compensar su pérdida auditiva específica.

Cuando los audífonos se ponen a su máximo volumen, el sonido del micrófono que capta el ruido puede ser más alto de lo habitual. El chirrido del audífono puede minimizarse simplemente bajando el volumen, a menos que haya una razón específica para amplificarlo.

Si lleva un sombrero o abraza a alguien, también puede hacer que los audífonos generen un silbido o pitido momentáneo. Esta sensación, conocida como retorno del audífono, también puede producirse si los anteojos rozan los audífonos. Esto sucede porque los sonidos que se originan muy cerca de los audífonos se captarán a un volumen más alto que los que se reciben desde más lejos. Aunque no hay mucho que pueda hacer para controlar este sonido ocasional; es útil conocer las distintas situaciones que pueden provocarlo.

Puede notar que su voz suena un poco diferente a como suena sin audífonos. Esto es de esperar, ya que su voz es uno de los sonidos que amplifica el nuevo dispositivo. Si su modelo de audífono ocupa una parte importante del canal auditivo, el sonido de su voz se alterará de la misma forma que lo haría si se tapara los oídos. Esto se denomina “efecto de oclusión”. Aunque esto puede resultar extraño al principio, acostumbrarse a los audífonos no tiene por qué llevar mucho tiempo; a menudo sucede con relativa rapidez.

La tecnología de reconocimiento de voz también ayuda con esto procesando su voz de manera diferente que otras voces y sonidos a su alrededor. La tecnología se utiliza para detectar la distancia entre los oídos y la boca. El audífono entonces reconoce que la fuente de su propia voz está más cerca del dispositivo mientras que otros sonidos están más lejos, logrando así una experiencia de audición natural.

Si necesita ayuda adicional para acostumbrarse al sonido de su voz, intente hablar o leer en voz alta en un espacio tranquilo. Cuanto más pueda oírse hablar mientras usa sus dispositivos, más fácil será la adaptación. Si el problema persiste, solicite a su profesional de la audición más consejos sobre los audífonos.

La duración de la batería del audífono puede ser impredecible según factores como el tipo de dispositivo que tenga, el uso y el tipo de batería. Como es difícil saber exactamente cuándo es necesario sustituir la batería (la vida útil puede variar entre varios días y dos semanas) es mejor llevar baterías de reserva con usted. Las baterías son pequeñas y puede guardarlas fácilmente en el bolsillo o la cartera. Mientras se está adaptando a los audífonos, acostúmbrese a llevar baterías adonde vaya, como probablemente haga con las llaves y el teléfono móvil.

La sustitución de las baterías se puede hacer con discreción y solo lleva unos segundos. Si se queda sin batería mientras está en medio de una conversación, avise a la otra persona que necesitará un momento para cambiarla. Tener una o dos baterías adicionales a mano significa que siempre estará preparado y no se perderá información importante. Sin embargo, la forma más fácil y conveniente de evitar esto es utilizar audífonos recargables. Muchos modelos ofrecen cargadores que puede llevar con usted si le queda poca batería mientras está fuera de casa.

Una vez que empiece a usar los audífonos, es probable que la diferencia en el sonido sea notoria y significativa. El simple hecho de reconocer el cambio de volumen puede ayudarlo a recordar que debe quitárselo o ponérselo cada día mientras se acostumbra a los audífonos. Por ejemplo, si se olvida de ponerse los audífonos al comienzo del día, puede notar que el sonido de la cafetera, la tostadora, la licuadora u otros sonidos son más suaves de lo habitual. Esto indicará que no lleva puesto los audífonos, lo cual le recordará que debe ponérselos.

Establecer una rutina también puede ayudarlo a tener la costumbre de ponerse los audífonos por la mañana y sacárselos por la noche. Deje el estuche o la unidad de almacenamiento en algún lugar donde pueda verlos, ya sea junto a su cepillo de dientes (en un lugar seco), en su vestidor o en la encimera de la cocina. Establezca una alarma de recordatorio para asegurarse de que lleva el dispositivo de forma constante y se lo quita antes de irse a dormir.

Las personas con pérdida auditiva a veces tienden a hablar más alto que otras para oírse mejor, algunos incluso podrían hacerlo sin darse cuenta. Así que si nota que su voz parece más alta con los audífonos, recuerde simplemente que el dispositivo amplifica la forma en que le suena a usted.

A medida que pase más tiempo usando audífonos, comprenderá con mayor naturalidad el nivel de volumen adecuado para hablar. También obtendrá una idea de cómo ajustar el volumen del audífono para que coincida con su propia voz y su entorno. Con el tiempo, empezará a sentirse más cómodo con este nuevo volumen y confiará en sus instintos.

El tinnitus suele ser un síntoma de pérdida auditiva. Aunque no hay cura, el uso de audífonos puede aliviar la sensación de zumbido, algunos audífonos están diseñados para aliviar los síntomas.

A su vez, los audífonos sólo ayudan a tratar la pérdida auditiva y no la empeoran. Aunque no pueden restaurar la salud auditiva, crean una gama más completa de sonidos y una mejor experiencia de audición. Una de las principales ventajas del uso de audífonos es la mejora de la comprensión del habla. Al entrar por el oído, los audífonos permiten a las personas con pérdidas auditivas entender más fácilmente lo que dice la gente porque el audífono amplifica las vibraciones del sonido. Además, los audífonos proporcionan la estimulación que necesitan los nervios del oído y del cerebro, y ayudan a conservar la capacidad de discernimiento del habla. Tratar la pérdida auditiva con audífonos cuanto antes, lo ayudará a seguir entendiendo las conversaciones.